miércoles, 31 de octubre de 2007

Crónica de la condena anunciada, a los inocentes del 11-M.


El proceso de conspiración de la Audiencia Nacional.

http://barcelona.indymedia.org/newswire/display/323244/index.php

La sentencia será condenatoria para los inocentes árabes y musulmanes imputados.

Los van a condenar por la simple razón de que Casa Blanca ya designó a bin Laden y Al Qaeda, autores de los atentados del 11- M, en la misma mañana del 11 marzo.

Los van a condenar porque los políticos populares y socialistas, los medios de comunicación, la Justicia, y los jefes de la policía española están controlados por los amos del mundo, CFR Consejo de Relaciones Exteriore, Comisión Trilateral (CT) y Bilderberg. Y en España la sumisión, la obediencia a estos organismos raya la prostitución más indecente e intolerable. Mientras algunos nacionalistas españolistas, y patriotas crispados van gritando “España una, libre, grande, soberana”, sus dirigentes y los gobernantes están actuando al servicio de una potencia extranjera.

Durante el mismo día 11 de marzo, según nos anunció PJ Ramírez, en el artículo Joint pointure, Zapatero recibió una llamada de un “topo” de la Casa Blanca, indicándole que la autoría de la masacre era la del grupo terrorista Al Qaeda y Bin Laden. La misma llamada la recibió Aznar diciéndole que Casa Blanca había designado al grupo terrorista Al Qaeda, pero que su posición no se haría pública hasta el 14, después de las elecciones. PJ Ramirez dio a conocer las conversaciones mantenidas por él con Aznar, Zapatero y Felipe gonzalez.

¿Cómo lo sabían en Casa Blanca? Ellos mismos lo hicieron, concretamente elementos de la CIA.

Casa Blanca no estaba enterada porque tuviera topos dentro los pequeños grupos de traficantes de Avilés, o infiltrados en las mezquitas de España, y confidentes en las bandas de pequeños chorizos marroquíes y rateros y traficantes al menor de droga, y en los grupos de inmigrantes árabes.

Lo sabían porque lo hicieron, lo planearon, lo organizaron, y lo supervisaron. Y han estado presionando hasta ahora para que los políticos, medios, jueces no se salgan del guión establecido.

La intolerable intromisión de los EEUU. Presión para condenar a Rabei Osman.

En El país del 21 octubre de 2007, leemos que “el Departamento de Estado de los EEUU remitió al juzgado de la Audiencia Nacional un sustancioso informe sobre correos electrónicos de Rabei Osman”, citándonos un correo proveniente de Jordania, muchos correos vacíos, y una página Web que visitaba sobre imanes y mezquitas¡!. Es de muy mal gusto que los americanos aporten unas supuestas pruebas fuera de plazo, cuando saben que Rabei Osman no se puede defender pidiendo contraexpertisas y judicialmente no sirven. Sobretodo es de muy mal gusto cuando el abogado de oficio de Rabei Osman, Endika Zulueta, desmontó todas las pruebas falsas provenientes de la CIA y de sus colaboradores de la UCIE, como pruebas fabricadas y únicamente tendentes a inculpar al inocente Rabei Osman.

Es muy lamentable porque esta intromisión del Departamento de Estado de los EEUU ante la sumisa y prostituida Audiencia Nacional es como una orden a condenar al que más probabilidades de los inocentes tenía de ser liberado gracias a una impecable defensa jurídica, con demostraciones incontestables y rigurosas en la misma sala del juicio. Estas insinuaciones del gobierno de los Estados Unidos sobre la culpabilidad de Rabei Osman, son intolerables en cualquier país donde los jueces se precian de ser independientes. Y más intolerable en este juicio, en el que el juez Gómez Bermúdez impidió al abogado Endika Zulueta preguntar a un directivo de la policia sobre la CIA, sobre qué agentes de la CIA le habían dado las informaciones (falsas). A pesar de que todos los acusados fueron interrogados en España por elementos de la CIA, a pesar de que los estadounidenses no respondieron al abogado de Rabei sobre la famosa Web islamista, que les servía de prueba, desaparecida y con servidor en los EEUU, ni sobre una supuesta cuenta que habría creado con la fecha de nacimiento del 11 marzo de cualquier año. Sobretodo cuando los de la CIA no han permitido interrogar a elementos considerados clave del 11-M, como Setmarian, considerado autor intelectual del 11-M y jefe de al Qaeda y detenido en alguna cárcel clandestina de la CIA.

El abogado Zulueta desmontó todas las argumentaciones presentadas por los fiscales y la policía de la UCIE, unidad al servicio de la CIA, y sobretodo demostró que eran pruebas construidas por la policía española y la CIA.

El Departamento de estado de los EEUU, que no es ni parte civil, ni nada, presenta fuera del juicio, a 10 días de la sentencia su veredicto haciendo culpable a Rabei Osman, el egipcio, entrometiéndose con la Justicia española como si fueran simples sirvientas de un estado colonia.

Todas las presiones de los EEUU para que condenen a los nmigrantes y árabes imputados, se nos hacen más intolerables, cuando sabemos que en los Estados Unidos todavía el Gobierno no se ha atrevido a presentar a la Justicia a ninguno de los cientos de supuestos militantes de Al Qaeda encarcelados desde hace años, porque allí, los Tribunales son independientes y no se dejan presionar por su propio gobierno y menos por el Pentágono.

Además, vemos que la prueba que pretenden culpabilizar a rabei Osman de ser el gran terrorista islámico, y supuesto responsable intelectual del grupo terrorista de Al Qaeda que hizo el 11-m, se resume a un correo venido de Jordania (ni siquiera sabemos si es correo basura) y una Web religiosa que visitaba de imanes y mezquitas. Ese aborto de prueba nueva es un insulto y una agresión al Islam, a los musulmanes y a toda persona civilizada, al asociar las mezquitas e imanes, como prueba del terrorismo incontestable de Rabei Osman. Esa prueba, añdida además fuera del juicio es un insulto a la inteligencia.

Los norteamericanos no se han enterado que España es un estado laico, y que su fundamentalismo religioso, su cruzada contra el Islam, sus guerras petroleras y asesinas que hacen en nombre de dios nos hacen vomitar. El departamento de Estado sabe que el juez Gómez Bermúdez es pobre miserable servicial, que ya juzgó los inocentes de Lavapiés acusados del 11-S, condenándoles a multitud de años por terrorismo. Saben que es manejable, que obedece, y que con su labia y chulería sabe orientar el proceso a donde le piden los americanos. Pero por muy miserable y servil que sea, debe tener el mínimo de dignidad para que no parezca que el que está juzgando a los inocentes musulmanes es el Departamento de Estado de los EEUU.

Es repugnante de constatar que el Gobierno de los EEUU después de provocar el atentado, de montar pruebas contra musulmanes, de corromper a policías, jueces, insistan en condenar a los imputados que lo han sido por presión y informaciones de ellos mismos. Es repugnante su insistencia y presión para asegurarse que serán todos condenados.

Esta doctrina americana de asociar a terrorismo los musulmanes e imanes y mezquitas es demasiado corriente, y ya ha provocado demasiadas muertes, y todavía insisten, olvidándose que la política de España, la de Zapatero es la de diálogo y acercamiento de culturas. Siguen con su doctrina fundamentalista de odio y guerra.

Es un ultraje que presionen antes de la sentencia ya que en teoría los jueces son independientes, y es un insulto que un gobierno extranjero se entrometa enviando a la Audiencia Nacional unas pruebas racistas, xenófobas, ilegales, incitando a mantener en prisión a Rabei Osman, hecho que no es de su incumbencia.

Por lo poco que se, la actitud debía ser la de esperar la sentencia sin presionar a los jueces, y luego como cualquier de los actores puede apelar y recurrir. El Gobierno de los EEUU debe utilizar la diplomacia y los embajadores y no dirigirse directamente a la Audiencia Nacional como si los jueces fueran sus sirvientas. Esta actitud del departamento de Estado sigue siendo un ultraje a los españoles por el irrespeto a los representantes de nuestra justicia, aun que estos sean unos serviciales a una potencia extranjera y traidores a la independencia de nuestro país.

Como los de la CIA ya saben los resultados de la sentencia, esta presión a última hora quiere decir que Rabei Osman beneficiaba de la libertad, o de una pena mínima, hecho muy posible, para evitar que la impecable defensa de Zulueta, no sea recurrida al Tribunal, o a instancias internacionales. Y eso, que salían que ni siquiera el presidente de la Audiencia Nacional conocía la seentencia, y que la setencia era el secreto mejor guardado en España, por decisión propia del juez Bermudez.

Nos queda esperar que el recurso en instancias internacionales, ya que los jueces del Supremo, son más de lo mismo, hagan justicia con todos los inocentes musulmanes, incitando así a los jueces de este protectorado a recuperar la independencia perdida.

En la misma página del 21 de octubre de El País, nos explican los del FBI querían además de interrogar a los imputados, querían interrogar a los testigos de la matanza. Del Olmo lo rechazó. Dice que insistieron y utilizaron mentiras para poder seguir interrogando a los testigos, alegando que entre los 191 muertos y 2000 heridos había varios estadounidenses. No nos extraña sabiendo que algunas de las débiles y falsas pruebas son la de testimonios protegidos, que se contradicen, además de ser muy mal interrogados, sin ningún rigor, aceptando sin más lo que le habían preparado decir.

Y Del Olmo reconoce que en los primeros días los de la CIA tuvieron acceso a las pesquisas y pudieron llevase informes de la investigación.

El 11- M es una acción encubierta más de la CIA.

Así denominan los terroristas de la CIA a los crímenes y atentados terroristas. La llevaban preparando desde antes de la invasión a Irak, en colaboración con los de la UCIE, jueces domesticados como Garzón y otros de la Audiencia Nacional, y el gobierno de Aznar.

El 11- M fue el eslabón final de una serie de acciones encubiertas de la CIA en España, que gozaban de total impunidad, aumentada todavía más por decretos de Aznar en 2002.

Algunas acciones previas:

En septiembre 2001 los EEUU obligó a la justicia española a detener islamistas, como represalia del 11-S. España el país como menos árabes fue el más obediente, a la altura de Jordania, Yemen, Egipto, Kuwait que aprovecharon par detener y colgar algunos disidentes. etc.

Meses más tarde, los EEUU mandan a su colaborador Garzón detener a musulmanes de la mezquita de Lavapiés y a inmigrantes , acusándoles nada menos que de ser los autores del 11-S y de ser militantes y dirigentes de Al Qaeda de España y Europa. . El auto de Garzón estaba basado en conjeturas, mentiras, interpretaciones e informaciones fabricadas de la CIA a base de seguimientos y escuchas de musulmanes que Garzón hacía desde hacía 8 años y renovaba ilegalmente las escuchas y seguimientos al servicio del Pentágono, en colaboración con los de la CIA y FBI. Acusaciones de presos sacadas a base de torturas, todas ilegales, sobretodo las provenientes de presos de Guantánamo.

Todas estas múltiples detenciones de inocentes que Garzón sigue realizando, siguen el guión del Pentágono de crear y provocar la amenaza del terrorismo islamista en España y Europa, que debía justificar sus guerras, y conseguir el apoyo de los europeos a sus guerras de dominación. Cuando las campañas propagandísticas no funcionan, entonces intervienen las acciones encubiertas para desestabilizar un país y hace cundir el pánico, la manera para que el pueblo siga sumisamente las políticas de los que mandan.

La finalidad del Pentágono sigue siendo la de crear la amenaza islámica, el enemigo islámico “que nos quiere destruir, que nos amenaza, que es intolerante y nos quiere matar” para así justificar sus guerras en Medio Oriente y la dominación de los países petroleros. Para ello, realizan campañas periodísticas y acciones terroristas a las que inmediatamente acusan a Al Qaeda, para provocar la xenofobia, el racismo, la rivalidad entre las dos culturas y la guerra de civilizaciones que por el momento no les ha dado resultado.

Después de tres años de mantener encerrados a los inocentes de Lavapiés, acusados de la criminal mentira de haber cometido los atentados del 11-S, y antes de llegar el juicio, los de la CIA provocaron el atentado del 11-M, y acusan a inmigrantes de Lavapiés y otros que vinculan con los detenidos por Garzón del 11-S. Así, justo antes del juicio de l Macrojuicio 11-S, garzón que debía ser condenado por inventarse las acusaciones a inocentes, consiguió que se les condenara por terrorismo por estar vinculados a otros inmigrantes de Lavapiés que la policía acusaba de haber hecho el peor crimen de la historia de España. Recordemos que los árabes y musulmanes que no habían cometido ningún crimen político en territorio español en todo el siglo.

Otra de las razones por las que la CIA realizó el 11-M, es que necesitaban un atentado de dimensiones espectaculares para hacer creíbles las amenazas que venían realizando desde hacía tres años. Debían provocar un atentado real, para hacer creíble la amenaza del terrorismo islámico, que los medios no paraban de anunciar semana tras otra. . Así tomaba sentido y veracidad la propaganda histérica de los medios, que los europeos no hacíamos caso por sentido común. Los invasores eran los norteamericanos, los asesinos, torturadores eran los norteamericanos y no los pueblos de Europa.

Hay más razones, como las anticipadas por analistas como Freytas, quien días antes predijo, que los halcones neoconservadores, el lobby judío, no entregaría el poder fácilmente, y que lo única manera para revertir las encuestas, favorables a Kerry, era un atentado en alguna de las capitales europeas, Madrid, Londres, Berlín. intentarían es que para que esa amenaza de los islamistas contra Europa, que fue provocada por las detenciones de garzón y por una histérica campaña de prensa, hacía falta un atentado real para que fuera creíble, y para atormentar realmente a los europeos.

Casa Blanca designa Al Qaeda autor de los atentados el mismo día 11 de marzo de 2004.

La designación de Al Qaeda la transmitió el banquero de Urquijo, Jaime de Carvajal, con entrada directa a Casa Blanca. Jaime de Carvajal, amigo de la Casa Real (bilderberg y Trilateral) es el único español que forma parte de CFR, el gobierno de los 300 poderosos que gobierna el mundo en la sombra. Esta organización designa desde hace 50 años los candidatos liberales y republicanos, en EEUU, y se cual sea el candidato que salga vencedor de las elecciones, siempre es un miembro de la CFR, y por tanto un sirviente que aplicará los planes y programas designados por los verdaderos amos del mundo, incluidas las guerras que padecemos. Jaime Carvajal asimismo forma parte de la Trilateral y bilderberg, redes directamente vinculadas a los amos del mundo que se dedican a conspirar y controlar gobiernos para enriquecerse más y aumentar su poder.

En España, los Bilderberg, como en los demás países, juegan a las dos bandas: Controlan a los dos partidos mayoritarios, a los del PP y a los socialistas. Controlan los medios de comunicación (El Mundo, la razón, Prisa, y las televisiones privadas y agencias de noticias), la Casa Real, que fueron quienes le orientaron en mantener el aparato franquista y dar libertad de partidos, diciéndole al rey que pidiera miles de millones para fortalecer la UCD, que ellos se encargarían de buscar los millones para montar, fortalecer al pequeño grupo socialista, dinero que les llegó a sacos por medio de la socialdemocracia alemana. Los integrantes de estas redes que dominan el mundo tienen la ayuda de los bancos más importantes, multinacionales, dirigentes de organizaciones internacionales (Banco Mundial, FMI, OTAN, Comunidad Europea y mayoría de presidentes de países del primer mundo. Van unidos y así se enriquecen. Pero deben seguir y apoyar los planes y políticas de los estrategas del Pentágono o vinculados al Pentágono.

Como los amos del mundo dictaron que bin laden fue el autor del 11-M, esta conjetura a fuerza de repetición se convierte en doctrina, y todos los demás deben obedecer a que esta creencia llegue a buen término.

No nos extraña que en el Congreso, controlado por socialistas y populares, llegara a la misma conclusión que designó Casa Blanca el mismo día 11 de marzo. Si hubiera democracia, todas las mentiras que soltaron jefes policiales, políticos, se habrían investigado y en vez de tener más poder los que han callado, incurrido en contradicciones, mentiras, tergiversaciones, estarían ahora condenados.

En el Congreso y en el Juicio, se han repartido los roles para esconder la autoría de la CIA.

Los del PP con la hipótesis de ETA, una manifiesta cortina de humo, y los socialistas con la hipótesis de Al Qaeda. Llevan más de tres años entreteniéndonos con este teatro, cuya finalidad es la de dar credibilidad a la mentira de la versión oficial, que no es otra que la que designó en Casa blanca.

La estrategia de los Bilderberg de España es la de jugar a las dos bandas, como lo hacen en todo mundo.

Los medios de comunicación dieron publicidad sólo a las dos conjeturas, a la de Bin Laden, la oficial de Casa Blanca, y a la conjetura de ETA, la conjetura de postín, cortina de humo, presentada falsamente como la contraria, la otra posibilidad. La conjetura de Bin Laden, la defendida a capa y espada por el grupo Prisa de Polanco y Cebrián (Bilderberg y Trilateral), considerada la oficial, la de Casa Blanca y la conjetura de ETA defendida por El Mundo, COPE y Esperanza Aguirre (Bilderberg).

Los bilderberg y trilateralistas controlan la totalidad de los medios de comunicación, sea por medio de bancos, o por medios de las empresas de comunicación. Todos sabemos que los medios de comunicación pueden convertir cualquier hipótesis en doctrina, aunque no esté demostrada, argumentada, sin necesidad de presentar pruebas, , lo que se llama opinión pública. La hipotesis oficial no sólo no explica y aclara los hechos sino que no responde a múltiples cuestines, crea más confusión y más preguntas. Se le da creabilidad porque los medios a fuerza de manipulaciones y repetir esta misma mentira de mil formas difierentes ha creado doctrina, es decir, convicciones en la gente.

Veamos como los amos del mundo no sólo controlan los políticos, sino a los medios de comunicación. Ejemplos de Trilateralistas:

Luís Maria Ansón (Trilateral) fue fundador de la Razón, ex director ABC, ex director EFE, y actual director de la revista cultural de El Mundo.

Nemesio Fernández-Cuesta, director de Prensa española y Repsol.

Emilio Lamo de Espinosa, Director del Instituto Elcano, que no han parado de insistir sobre la amenaza islámica en Europa y dedicados a distribuir toda la propaganda del Pentágono en España.

Polanco, quien no necesita presentación, ex franquista convertido en uno de los hombres más rico de España, junto al también ex franquista Cebrián, son los amos del Imperio Prisa (Bildeberg y Trilaterales). El diario del Bilderberg Cebrian es el que más se ha rebajado a obedecer las directivas del Pentagono, utilizando a sus periodistas, Yoldi, Jorge A Ramirez, Ernesto Ekaiser como carroñeros de lo más bajo, que han estando estado estos últimos años repitiendo constatemente que la propaganda del imperio, bombardeando con mentiras e insistiendo que los immigrenates acusados sonterroristas, criminales, asesinos. La única argumentación ha sido la repetición de la mentira, que se ha impuesto como doctrina. Han estado todo el juicio actuando peor que los fiscales, mintiendo, interpretando, y repitiendo la propaganda del Pentágono. Saben que la sentencia la deciden los medios, que los jueces es puro circo. Y sabiendo su responsabilidad se rebajan a obedecer criminalmente unas consignas que vienen repitiendo desde hace 6 años, sin pedir perdon por las muchas mentiras, invenciones, falsas interpretciones que han cometido año tras año.

Los del PP nos han entretenido con la teoría conspiratoria de ETA, ya que para ellos los etarras son los malos y culpables de todo lo malo que pasa en España. Por tanto, no tuvieron necesidad de presentar ninguna prueba, les bastó a los Acebes, Aznar, Zaplana declarar su convencimiento de que los etarras eran los autores. Era una campaña fácil que solo necesitaba indicios, como la del Titadyne, inventada por Garzón, y otros indicios tipo doce bolsas, etarras en Madrid, en estaciones de tren, etc.

Aznar y el PP se aferraron a la mentira de ETA, los días siguientes al atentado, para conseguir la mayoría absoluta, imaginando que la podrían mantener durante los tres días que quedaban de campaña. Su previsión falló y ni siquiera consiguieron la mayoría simple por culpa de la excesiva campaña intoxicadora. La avaricia y prepotencia de poder también rompe el saco.

Las hipótesis de ETA ha servido de cortina de humo para que no se investigue la hipótesis de Al qaeda a fondo, y para que no se investigue quienes fueron los autores del montaje, que tendía a acusar los musulmanes, y sobretodo para que no se investigaran a las fuerzas policiales, al grupo policial al servicio de la CIA. Sólo el abogado de oficio, le dedicó tiempo y lo analizó a fondo con independencia y sin atenerse a presiones mediáticas y políticas.

En el Congreso y en el juicio sólo se habló de ETA, para al final terminar concluyendo que como no fue ETA, quedando así clara y probada la autoría islamica. El único argumento fue que se había desacartado a ETA. Ahí vemos para que sirve la hipótesis de ETA, para confirmar la mentira de la versión oficial, que era y siguiendo que la uatoría es la designada por Casa Blanca, el difunto Bin Laden y Al Qaeda.

Esta estrategia ha dado muy buen resultado, y además ha dado la ilusión a los espectadores y consumidores de la propaganda de Estado, que se han investigado hasta lo más profundo diferentes líneas de investigación. La realidad es que la única hipótesis analizada a fondo fue la de ETA, que todos sabían no tenía nada que ver.

Y todavía lo han hecho mejor, porque los de El Mundo han asociado la teoría conspirativa de ETA a las denuncias sobre la implicación de fuerzas de la policía, que son incontestables,(policías que la mayoría han recibido ascensos), y han creado una gran confusión al mezclar unas denuncias a tener en cuenta, que nos acercaban a la verdad, con la mentira de ETA. Estas denuncias sobre la implicación policial se han censurado y callado, no se han investigado y se han dejado de lado. Así pues, las irregularidades de la instrucción, las implicaciones policiales, los ocultamientos judiciales y policiales, falsas pruebas y errores policiales, las mentiras policiales y judiciales , pistas censuradas sobre los jefes policiales, etc., solo han aparecido como apéndice de la conspiración etarra. Al descartar a ETA, se ha descartado igual a algunas buenas denuncias de la implicación policial, denuncias que se debían investigar para llegar a los jefes policiales y a la CIA.

Eso es como cuando nos vendieron la Constitución, para que votaramos, las libertades de expresión partidos, autonomía, y mil cosas, y luego los que votaron democracia resulta que también votaron por el mantenimiento de todo el aparao franquista, y la monarquía con poderes absolutistas. La técnica es la demeter en un mismo paquete cosas buenas y malas que se van a aprobar. Y en el caso del juicio, la falsa hipótesis de EETTA, con denuncias pertinentes que se van a descarr.

Al final los del Mundo han conseguido que la línea e hipótesis que hacía responsable a los policías, linea que lleva directamente a jefes policiales, jueces y CIA, sea considerada una teoría conspiranoide paranoica al ir junto y de la mano de la teoría conspirativa de ETA.

Debido al poder de los medios, las hipótesis de ETA y al Qaeda se han convertido en doctrina. No necesitan pruebas. Lo han conseguido a fuerza de repetición, la manera de convertir mentiras en convicciones, creencia. Se da por válida y verdadera la hipótesis que más veces se ha repetido en los medios, que en este caso es que los autores son los islamicos porque la autoria de ETA queda descartada, como nos han dicho un millón de veces. Ya es hora que nos enteremos que la hipótesis de ETA es una mera cortina de humo, que ni los mismos que la defienden se la creen.

La censurada hipótesis del terrorismo de Estado

En la instrucción, Congreso, juicio, se han desechado, censurado e ignorado todas las cuestiones y pruebas que no iban acordes a la doctrina oficial, de que fueron los de Al Qaeda. En los medios ha pasado lo mismo. Se han silenciado, censurado e ignorado cualquier otra hipótesis, especialmente la autoría de las fuerzas policiales y de la CIA, que aporta muchas más explicaciones sobre causas, objetivos y movimientos de la CIA en estos días.

Se habla de la falsa consipaación de ETA y se oculta la real conspiración de la Audiencia nacional, fuerzas policiales y CIA

Sobre acciones a investigar de la CIA

Los simulacros y ejercicios sobre un atentado con muerte de civiles unos días antes hecho por la OTAN

Los Seal de la Base de Rota.

El general James Jones de la base de Rota, un bilderberg, jefe máximo del ejército de los EEUU en Europa, ex comande en jefe de la OTAN en Europa y de la comandancia americana dirigia una treintena de mercenarios, que sin previo aviso, al circular las protestas de los vuelos ilegales de la CIA, replegó a estos mercenarios y sus instalaciones, especialistas en acciones encubiertas y sin previo aviso, levantaron el vuelo y se marcharon de Rota. Estos mercenarios son los famososos Seal.

Los Seal eran Fuerzas ilegales de la CIA y de operaciones de inteligencia desde mucho antes del 11-S.

“Estas fuerzas especiales están presentes en la base española desde hace mucho tiempo aunque realmente quedaron legalizadas cuando el Gobierno de José María Aznar procedió a revisar con EEUU, en 2002, el Convenio Bilateral de Defensa.”

Se trata de unos 35 mercenarios del SEAL, grupo vinculado a la Marina (Navy), establecidos en Rota. Se bautizaron como SEAL, nombre de un famoso y legendario traficante , asesino y espia estadounidense y sigla que también correponde a las iniciales en inglés de Sea, Air and Land, para presumir que el equipo realiza operaciones marinas, aéreas y terrestres.

Jamal Ahmidan, un infiltrado viajo antes del atentado a Mallorca, concordando con los vuelos secretos de la CIA.

No reclamaron a los huidos, cuando estaban en prisiones en Medio Oriente, ni fueron a buscarlos. Luego aparecen muertos en combate en Irak. Es muy fácil llevar cadaveres a Irak, y decir que han muerto en combate, o llevarlos vivos, y dejarlos en un coche con una bomba que se acciona a distancia.

EEUU fotografió por satélite la estación de Atocha, meses antes.

Como en el 11-S y otros atentados, siempre encuentran el coran , libros y videos islamistas.

La reivindicación de atentados se hace por medio de Webs en paises aliados de los EEUU y servidores en EEUU.

Historicamente la CIA es autora de miles de atentados con muertes de civiles, con musulmanes incluidos.

Anes de los atentados, los estrategas de la CIA sacan unos video de Bin Laden anunciando atentados y amenazas, donde los del Pentagono quieren implantar las amenazas islámicas.

Alguien con conocimiento previo, alguien de los autores, gana mucho dinero con la bolsa y no son inquietados, aunque se ha anunciado el hecho. Pasó en el 11-S, vuelvió a pasar en el 11-S.

¿Por que no pasaron por el Congreso, juicio, si tienen tanta información?

Etc.

Jugar a dos bandas.

Lo mismo hacen con los gobiernos en los EEUU, Bush-Clinton los dos eran CFR, Bush -Kerry eran ya CFR y Bilderberg,

En España los Bilderberg apoyan a PP y PSOE. Estos son algunos de Bilderberg: Areilza-Fraga Iribarne-Felipe González, (1977) y ahora (Esperanza Aguirre-Rato y Solbes-Moratinos). Juegan a los dos bandos, así como las elecciones son un patético engaño, el circo de esta justicia es igualmente un engaño. Saldrán irremediablemente condenados. Nos dejamos los de entremedio, los Piquer, Solana, etc.

¿Por qué hicieron esta barbaridad del 11-M?

La CIA es especialista en matar a civiles desde hace muchos años, y lo sigue haciendo en Irak, Afganistán, Líbano, Palestina, y en cualquier lado del mundo, cuando les conviene a los intereses de las multinacionales.

La CIA provoco el atentado para crear la amenaza islámica en Europa. Creen que los europeos Europa con unos cuantos atentados se podrán contra los musulmanes, y se adherirán a sus guerras, ya directamente colaborando con el ejército de los EEUU, o sino por medio de la OTAN, manteniendo los países ocupados por los EEUU, que es lo mismo. Ya han conseguido que los ciudadanos europeos permitan que sus ejércitos sirvan de fuerzas de ocupación de los territorios conquistados por los marines. Así ellos pueden seguir invadiendo más países, ya que los europeos se encargan de mantear los territorios ocupados.

Txema Bofill

sábado, 13 de octubre de 2007

11-07-2005 Las cadenas mediáticas y el "efecto al Qaeda"

¿Qué intereses encubre la psicosis terrorista desatada tras el ataque en Londres?

MANUEL FREYTAS
IAR-NOTICIAS.COM -

Después de la masacre de Londres ( igual que después del 11-S y el 11-M) la prensa internacional solo habla y hace hablar al mundo de terrorismo. En ese contexto, una noticia sobre terrorismo solo puede ser tapada con otra noticia sobre terrorismo. La "psicosis terrorista" es alimentada a su vez, y como si fuera una novela de espionaje, por rumores de nuevos ataques de Al Qaeda, cacería de supuestos culpables, e imaginarias "pistas árabes" o "conexiones islámicas" salidas de misteriosos archivos "secretos" de los servicios de inteligencia. ¿Qué intereses y que estrategia se esconden detrás de esta manipulación mediática con el terror?

Por Manuel Freytas - manuelfreytas@iarnoticias.com

Su propia naturaleza de "terrorismo mediático" lleva a que el efecto Al Qaeda solo pueda ser apreciado en el plano de las reacciones internacionales reflejadas por las grandes cadenas y agencias que nivelan un mismo "paquete informativo" para todo el mundo.

Todo el proceso de terrorismo mediático con Al Qaeda y Bin Laden , desde el 11-S en adelante, se desarrolló en los medios de comunicación, principalmente en las cadenas televisivas, que trasmiten en vivo las imágenes de destrucción que a través de un ida y vuelta -feed baack- generan masivamente la psicosis terrorista a escala planetaria.

Sin la "globalización de la imagen" a Washington y la CIA les hubiera sido imposible crear la figura de Bin Laden como el mítico "enemigo número uno de la humanidad" tras la voladura de las Torres Gemelas, iniciando así la era de la utilización del terrorismo mediatizado como estrategia y sistema avanzado de manipulación y control social.

De esta manera, las operaciones terroristas de la CIA con Al Qaeda, con solo cuatro bombas detonadas sincronizadamente a distancia (como ocurrió en Londres) pueden multiplicar infinitamente (casi como una bomba nuclear) los efectos políticos y sociales de la destrucción por medio de la difusión mediática manipulada y nivelada masivamente para todo el planeta.

El proceso de "miedo al terrorismo" es alimentado a su vez por las grandes agencias y cadenas internacionales que se encargan de difundir por todo el planeta, y como si fuera una novela de espionaje, versiones, trascendidos, comunicados, cartas, videos con nuevas amenazas, "información secreta" sobre grupos terroristas, pistas "árabes", etc., etc., cuya usina matriz, en la mayoría de los casos, se encuentra en los sótanos de planificación de la CIA o del resto de la estructura de inteligencia norteamericana, o israelí.

Esta situación particular del "terrorismo mediático" como arma de manipulación política y social determina que sus causas y objetivos solo puedan ser leídos en el plano mediático, y no en el marco del análisis político o estratégico convencional.

Para tener algún marco referencial de para qué (y a quién) sirvió el ataque terrorista en Londres, no basta con especular si fue utilizado para tapar la ocupación militar de Irak, parar el tema del calentamiento global en el G-8 que beneficia a EEUU, etc., sino que hay que analizar que está pasando en la prensa internacional tras los atentados, cual es la prioridad informativa que reflejan los titulares de las "noticias".

Tras el 7-J londinense (como ya ocurrió tras el 11-S y el 11-M) un solo tema hegemoniza la información internacional: el terrorismo.

El ataque terrorista en Gran Bretaña eclipsó los otros temas informativos, sacó de las primeras planas a los muertos diarios de Irak, desplazó la discusión sobre el calentamiento global, dejó fuera de foco a la campaña de denuncias mediáticas contra Bush, paralizó las encuestas que casi a diario mostraban el descenso meteórico de su imagen en la opinión pública estadounidense, y se puede seguir citando ejemplos hasta el infinito.

Después de la masacre de Londres ( igual que después del 11-S y el 11-M) la prensa internacional habla y hace hablar al mundo de terrorismo. Y en ese contexto, una noticia sobre terrorismo solo puede ser tapada con otra noticia sobre terrorismo.

Y en ese punto, el análisis comienza por una pregunta: ¿a quién le conviene que el mundo hable de terrorismo?

¿Quién se beneficia políticamente del terrorismo, si luego de los ataques en Londres el mundo prioriza el terrorismo sobre otros temas de información o conversación?

¿Rusia?, ¿China?, ¿Cuba?, ¿Francia?, ¿Alemania?, ¿España?, ¿Qué gobierno, persona o grupo se beneficia con los ataques terroristas de Al Qaeda?

¿Que Estado sostiene la bandera de la "guerra contraterrorista" como eje primordial de su política internacional?

¿A quién le conviene que el combate contra el terrorismo sea el eje excluyente de las relaciones internacionales?

¿Que Estado convirtió a la "guerra preventiva" contra el "eje del mal" en doctrina justificatoria para sus invasiones militares y despliegue de bases y tropas por el mundo?

¿Que Nación se vale de la existencia del terrorismo para alinear ejércitos y gobiernos detrás de sus propias estrategias regionales de control hegemónico, en Europa, Latinoamérica, y el resto de los continentes?

¿A qué Estado le conviene convertir a los Estados petroleros en "cuevas del terrorismo islámico" para luego invadirlos en nombre de la libertad?

¿A qué gobierno le conviene que el "radicalismo islámico" amenace constantemente con ataques terroristas y luego los concrete en blancos claves como Europa o EEUU?

¿A quién le conviene el "miedo al terrorismo" o que los "ataques terroristas" hegemonicen la vida social y paralicen universalmente cualquier tema en discusión tras una masacre en un país distante?

¿A quién beneficia que las grandes cadenas y agencias difundan durante los 365 días del año videos con amenazas de grupos terroristas, "investigaciones" o informes "probatorios" de su existencia, o "pruebas" de sus planes de exterminio indiscriminado en cualquier país?

Planteadas correctamente estas preguntas (y por descarte de procesamiento de información) surge que los únicos beneficiarios de los atentados terroristas en Europa y EEUU hasta el presente fueron George Bush y el Estado norteamericano manejado desde la Casa Blanca.

Por vía indirecta (y también por descarte de procesamiento de información) surge que, más allá de Bush, los grandes beneficiarios económicos de la existencia del terrorismo y sus ataques, son las corporaciones petroleras, armamentistas, de servicios, y grandes bancos de inversión de Wall Street que abren "nuevos mercados", venden armas o se apoderan de petróleo y de recursos estratégicos con las invasiones militares para derrotar y someter a los "Estados terroristas".

Pruebas más "evidentes" y flagrantes:

A) Bombardeo y ocupación de Yugoslavia (contra la tiranía "terrorista" de Milosevic) durante la administración Clinton, que le permitió a EEUU abrir una llave de control sobre los países y mercados de las ex repúblicas soviéticas y proyectarse hacia el control geopolítico estratégico del Asia Central

B) Bombardeo y ocupación de Afganistán tras el 11-S (contra el "terrorismo"Talibán) que le permitió al Estado norteamericano administrado por Bush el establecimiento de un cordón militar-estratégico (bases y tropas) proyectado sobre importantes reservas energéticas y petroleras del Asia Central.

C) Bombardeo y ocupación de Irak (contra la "dictadura terrorista" de Saddam Hussein) que le permitió al estado norteamericano administrado por Bush apoderarse de las segundas reservas petroleras del mundo, y proyectar una llave clave de control militar estratégico sobre el Golfo Pérsico y Medio Oriente, con proyección hacia el asentamiento de las reservas de petróleo más importantes del mundo.

En cada una de esas invasiones militares para "terminar con el terrorismo", las corporaciones armamentistas, petroleras, tecnológicas y de servicios del Complejo Militar Industrial norteamericano, así como los megagrupos financieros y bancos de inversión de Wall Street, abrieron "nuevos mercados" y cosecharon millonarias ganancias con la ocupación militar.

Durante cada invasión para "destruir al terrorismo", las armamentistas aumentaron su flujo de ventas con las tropas ocupantes, las petroleras extrajeron y comercializaron petróleo favorecidas por el control sobre los Estados invadidos, las de servicios (incluidas las empresas de seguridad) concretaron multimillonarios contratos con el Pentágono, y los bancos y megaconsorcios de Wall Street levantaron ganancias multimillonarias financiando la "reconstrucción" de los países destruidos por los bombardeos.

En síntesis, en este circuíto perverso de mercado, oferta y ganancia capitalista, hay que encontrar la razón de la existencia del "terrorismo de Al Qaeda", y su inmediata contrapartida: la "guerra contraterrorista" con la que Washington justifica sus invasiones imperialistas, de las que luego se benefician económicamente sus monopolios y consorcios financieros internacionales.

De esta manera, queda en claro que las acciones de Al Qaeda, un monstruo de mil cabezas inventado por la CIA, y sobre cuyas redes y entramado logístico no existe información verificable y confiable, sólo se las puede evaluar con un adecuado análisis y procesamiento que empiece por lo particular y termine por lo general, o sea por el "beneficiario principal" de las acciones terroristas de Al Qaeda.

Y queda en claro también, que el promocionado "fundamentalismo militar" de Bush, su mediatizada "obsesión" con la "guerra contra el terrorismo", no es nada más que una cáscara encubridora de un monumental negocio y saqueo capitalista de recursos estratégicos montado sobre una aceitada maquinaria mediática de manipulación psicológica y aprovechamiento militar-económico de las amenazas y los ataques terroristas.

La lógica del "nuevo enemigo" de EEUU, identificada con el terrorismo tras el 11-S, se articula operativamente a partir de la "guerra antiterrorista", una estrategia de dominio imperial-militar que compensa la desaparición del "enemigo estratégico" en el campo internacional de la Guerra Fría: la Unión Soviética.

De manera tal, que la "guerra contra el terrorismo" no es un "capricho" pasajero de Bush", sino una política de Estado del imperio norteamericano, y una estrategia central en el marco de la expansión y de las ganancias del capitalismo transnacional, que va a supervivir más allá de quien ocupe eventualmente el sillón de la Casa Blanca.

En esa orientación, la operación psicológica-mediática con el ataque terrorista en Londres, persigue en lo inmediato dos objetivos prioritarios claros:

A) parar la ofensiva demócrata contra Bush en Irak, repotenciar su imagen pública venida a menos en las encuestas, y preparar su relanzamiento como el reaseguro militar de la guerra internacional contra el terrorismo.

B) forzar a los países europeos a ratificar un nuevo compromiso y un plan de acción "contraterrorista" en sintonía con la estrategia de convertir al planeta en un campo de batalla contra el terrorismo, y a partir de allí seguir justificando las invasiones militares y los saqueos económicos del Imperio norteamericano.

Bush y los halcones son apenas una cáscara "formal y ejecutiva" de una estrategia cuyas raíces abrevan en la propia supervivencia y expansión del sistema capitalista que controla el planeta desde Washington.

14, marzo 2004. Cómo se relaciona el atentado de Madrid con Al Qaeda, Bush, y el lobby judío de Washington


14 marzo 2004.

IAR-Noticias

Las razones estratégicas de la aparición de la Red "Al Qaeda" con el atentado en Madrid, sus próximos pasos en Europa, y la vinculación que une su accionar a los intereses políticos electorales de Bush y el Lobby judío del Pentágono.

El reciente y sangriento atentado en Madrid está inscripto dentro de una estrategia de terrorismo internacional, cuyos objetivos y líneas matrices (que exceden las fronteras de España) parten de la propia Casa Blanca, particularmente del grupo de estrategas y consejeros de Bush conocido como el lobby judío del Pentágono. Las diferentes interpretaciones de los "expertos en terrorismo internacional" que circularon ayer por la prensa internacional sugerían el "sello de Al Qaeda" en la masacre terrorista de Madrid, y en general desechaban la hipótesis de que fuera ETA la autora del atentado. Esos "especialistas", todos bien educados y occidentales, con muy buen currículum en las universidades del Imperio, se despacharon todo el tiempo con "análisis" comparados, sobre la metodología, la logística, y las estrategias operativas habituales de la denominada "Red Al Qaeda", cuya existencia y objetivos reales, el para qué de sus atentados, nadie analiza ni menciona públicamente. Y nadie de esos "expertos" mediáticos, aunque sea citando datos históricos y estadísticos, desarrollos secuenciales, no mencionan que en cada hecho terrorista que se adjudica Al Qaeda, y después de procesar los efectos posteriores de los atentados, EE.UU. y la administración de Bush surgen como los beneficiarios políticos principales de los mismos.

El objetivo del atentado de Madrid no estuvo solamente orientado a producir una conmoción política y social en España, a horas de las elecciones presidenciales, sino que fundamentalmente estuvo dirigido a "hacer aparecer el terror" en las principales capitales europeas.

Particularmente en aquellas que lideran las posiciones a favor o en contra de la ocupación militar de Irak, y que hoy participan activamente de la campaña presidencial norteamericana tomando posición por Bush o por los demócratas. En otras palabras, los objetivos estratégicos de la masacre de Madrid, más que con las condiciones internas de España, tuvo que ver con una estrategia global de la política militarista de Bush y los halcones, y de sus necesidades de ganar las elecciones y seguir controlando la Casa Blanca. Para los que saben sumar y restar, y para los estudiosos que analizan e investigan seriamente los modus operandis y los objetivos políticos que vehiculizan las operaciones terroristas de Al Qaeda, no es ningún misterio la condición de "brazo terrorista de la CIA" que se le adjudica a esta organización islámica, comprada y entrenada por la inteligencia norteamericana.

Sin la precisión del objetivo y del "beneficiario" real del atentado madrileño, las conclusiones difundidas en la prensa se diversificaron en teorías subjetivistas y conspirativas, cuyas culpas y sospechas recaían principalmente en el gobierno de Aznar, señalado como el "gran beneficiario electoral" de la masacre. No faltaron tampoco los "analistas del corazón" de la prensa internacional -quienes desconocen olímpicamente el submundo operativo y estratégico de los servicios de inteligencia- despachándose con sus clásicas condenas al "terrorismo asesino de ETA O Al Qaeda", de cuyas finalidades políticas y conexiones internacionales no tienen la menor idea.

Las cadenas televisivas, por su parte, se encargaron de mostrar cadáveres, miembros humanos destrozados por todos lados, rostros aterrorizados en primer plano, en una calesita de "miedo terrorista" masificado y difundido por todo el planeta. De esta manera la prensa internacional, en una especie de compulsión esquizofrénica, repetía como loro aquello de la comparación del atentado de Madrid con la voladura de las Torres Gemelas el 11-S en Nueva York, como si España fuera EE.UU. y Aznar estuviera planificando una invasión militar contra la sede partidaria del PSOE, como la que realizó Bush contra Irak y Afganistán después de la voladura de su máximo símbolo comercial. Al no existir puntos de referencia estratégicos del para qué del atentado terrorista en Madrid, de los objetivos políticos y sociales que vehiculizaron su instrumentación, se pierde de vista a los autores y a las motivaciones reales que lo guiaron. A diferencia de lo que sucedió con las Torres Gemelas, el atentado de Madrid no estuvo dirigido a ningún edificio o monumento emblemático español, sino que se concentró en un punto de confluencia popular y masiva, como lo son las estaciones y los trenes de corta distancia madrileños. El atentado estuvo claramente orientado a producir una masacre de personas comunes que se dirigían a sus ocupaciones habituales, esto es, quiso sentar el precedente de un "terrorismo en acción" del cual nadie está exento de ser víctima.

IAR-Noticias fue el único medio en el mundo en alertar que Bush y los halcones del Pentágono apostaban la reelección presidencial a un "aggiornamiento" de la guerra contraterrorista, utilizando (como lo hicieron después del 11-S) a la organización Al Qaeda controlada por la CIA. Bush y el lobby judío (al igual que su socios Blair y el Pentágono inglés) necesitan crear otra guerra contraterrorista con tres finalidades concretas:

1- revertir las encuestas y conseguir que Bush sea nuevamente elegido como el "presidente de la guerra". 2- conseguir más presupuesto militar para controlar Irak e invadir Siria, donde se encuentra el principal enclave logístico y operativo de la resistencia árabe en Medio Oriente.

3- Torcer la oposición de algunos países europeos -principalmente Francia- quienes toman posición a favor del triunfo demócrata en EEUU y boicotean la política de ocupación de Irak en la ONU. Es en este último punto donde se asocia el atentado terrorista de Madrid con los objetivos de Bush y los Halcones del lobby judío.

La "aparición de Al Qaeda" en Europa, por medio de un atentado real y sangriento, está dirigido a mostrar a la sociedad occidental que el "terrorismo existe", que acecha a todo el mundo por igual, y que el único con capacidad militar y logística para combatirlo es EE.UU. con Bush a la cabeza. Como sucedió tras el 11-S en EE.UU., la administración republicana busca generar consenso y alianzas internacionales "antiterroristas" que posibiliten que Bush permanezca en la Casa Blanca más allá de noviembre, y pueda ejecutar los dos objetivos estratégicos en carpeta: el ataque militar a Siria y el apoderamiento del petróleo iraní. Los habituales atentados de Al Qaeda en Oriente Medio y en el mundo musulmán, estuvieron -hasta ahora- principalmente orientados a dividir a las organizaciones islámicas que luchan militarmente contra las diferentes ocupaciones militares de EE.UU. extendidas por todo el planeta. En Irak y Medio Oriente, las voladuras de mezquitas chiítas, embajadas árabes y sedes de partidos kurdos, estuvieron principalmente orientadas a dividir a la resistencia iraquí, y a fomentar un clima de guerra civil que debilite la resistencia nacional contra la ocupación militar norteamericana. La "aparición" de Al Qaeda en Europa por medio del atentado en Madrid, no tiene por finalidad fomentar la división, como en el mundo musulmán, sino de crear un estado de pánico colectivo al terrorismo, que a su vez, y por tiro de elevación se extienda a la sociedad estadounidense con réditos electorales para Bush. Este atentado del "brazo terrorista de la CIA" en Madrid sirve como "globo de ensayo" para futuras operaciones, y a partir de sus resultados políticos, sociales e internacionales, posiblemente se extiendan a otras ciudades europeas, particularmente Londres y París, o el propio EEUU. Hay que seguir atentamente las apariciones de Bin Laden y de los "comunicados" de Al Qaeda por los canales y diarios árabes cómplices de la CIA.

http://www.mezquitadegranada.net/materialonline/articles/comorelaciona.html

08 de marzo de 2004 . Anticipación del atentado de Madrid. La carta secreta de Bush para ganarle a Kerry en noviembre

Anticipación del atentado de Madrid

Las próximas operaciones de inteligencia con "Bin Laden"

(IAR-Noticias) 08Mar04 Por Manuel Freytas

Hay algo que tienen en claro los asesores en inteligencia de Bush: si no se produce algún acontecimiento internacional relacionado con la presencia del "terrorismo" en el mundo, el presidente perderá inexorablemente su reelección a manos de Kerry en la presidenciales del 4 de noviembre.

El aparato político y mediático de los demócratas apunta noche y día a sus tres flancos más vulnerables: la muerte de soldados estadounidenses en Irak, el costo de la ocupación militar, y el déficit presupuestario ocasionado casi en un 80% por el despliegue militar de EEUU en el mundo.

Operaciones como la destitución de Aristide y la ocupación militar de Haití fueron aprovechadas al máximo por el aparato propagandístico de lo demócratas, quienes se valieron del ex cura salesiano en el exilio para denunciar el rol de la administración Bush en su secuestro y derrocamiento.

La maquinaria electoral de los demócratas, aceitada por los intelectuales "progresistas" y los medios de prensa que se creen que Kerry es un poco más "democrático" que Bush, explota al milímetro cada movimiento en falso del presidente norteamericano.

La actual campaña electoral entre republicanos y demócratas -a decir de muchos conocedores- adquiere status de "canibalismo" y no hay límites entre sus contendientes. Los demócratas que apoyaron las invasiones de Bush a Irak y Afganistán, y que votaron el presupuesto armamentista más grande de toda la historia, no dudan en acusarlo de "militarista excerbado" para echarlo de la Casa Blanca y ocupar su lugar.

Los gigantescos negocios que rondan alrededor de la administración norteamericana de turno (ver: Bush y los negocios de la guerra) convierte a la Casa Blanca en el bocado más apetecible para los grupos capitalistas vernáculos, tanto armamentistas, como petroleros o financieros, que quieren contar con sus propios hombres en la presidencia de los EEUU.

Pero el "lobby judío" de Washington y el Pentágono que rodea y planifica la política y los negocios de Bush, no es un hueso fácil de roer, y su experiencia en la inteligencia y las operaciones militares va a jugar, sin ninguna duda, de contrapeso al aparato comunicacional masivo controlado por los demócratas. (Ver: El lobby judío del Pentágono).

La competencia electoral entre la administración Bush y los demócratas, es básicamente una guerra por el poder. ¿Cómo se gana una guerra? De una sola manera: destruyendo, controlando o sometiendo al enemigo.

Una guerra como la que sostienen Bush y los demócratas por el control de la Casa Blanca, no es una guerra militar, sino una guerra planteada en el terreno de las operaciones psicológicas.

En este caso los tanques, portaaviones y aviones son sustituidos por televisores, diarios y radios, y los misiles son reemplazados por estrategias comunicación y de acción psicológica orientadas a crear consenso y apoyo público para destruir al contrario.

Las "denuncias", los "destapes" de información contra el candidato Bush , cumplen la misma función destructiva que los misiles y las bombas inteligentes, pero en el teatro de las batallas mediáticas.

Estas técnicas de la "guerra sin fusiles", perfeccionadas por la tecnología y el poder de manipulación masiva de los conglomerados mediáticos internacionales, juegan un rol esencial y decisivo a la hora de sumar encuestas a favor y conquistar -en este caso- a los electores norteamericanos.

Los primeros blancos de estas campañas son los propios periodistas de mercado, quienes escriben notas o "comentan noticias" ignorando que la mayoría de ellas provienen de los servicios de inteligencia estadounidenses enclavados en las direcciones o consejos editoriales de los grandes diarios y agencias internacionales.

Hoy en el Imperio ya no se venden campañas internacionales y acción psicológica para imponer una invasión militar, como las de Irak o Afganistán, sino para dirimir que sector del poder norteamericano se va a quedar con la administración y los negocios de la Casa Blanca.

La experiencia del 11-S y sus secuelas posteriores sirvieron -más que ninguna experiencia de campo- para demostrar que la llamada "opinión pública internacional" (que no es otra cosa que la opinión fabricada por los medios masivos de comunicación) es sensible y maleable a la aparición de cualquier "amenaza terrorista".

Como nadie "contrainformó" masivamente que las "amenazas terroristas" son manejadas por los expertos de la CIA, y que el único beneficiario estadístico de esas amenazas es el Imperio militar estadounidense, las mayorías ignorantes, alienadas y masificadas por la prensa internacional compran el "terror de Bin Laden" con la misma unción que compran Coca-Cola o un cantante fashion por televisión. (Ver: Bin Laden un soldado de la CIA).

Por otra parte, está lo suficientemente probado que la opinión pública estadounidense, que funciona con el cerebro del Pato Donald y la psicología de Homero Simpson, compra la guerra y el "nacionalismo" cada vez que le presentan en riesgo la "seguridad nacional de Estados Unidos", que es como decir que está en riesgo su propio patrimonio en dólares.

Después de la voladura de las Torres Gemelas, las campañas pacifistas contra la guerra digitadas internacionalmente por algunos países europeos, sobre todo, por Francia, salvo en las minorías "progresistas" de EEUU, no hicieron ninguna mella en el conjunto de la sociedad estadounidense que solicitó masivamente a Bush que invada Irak y mate o encarcele a Saddam Hussein.

Esta experiencia fáctica, más que ningún análisis estratégico, es la que los especialistas tienen en cuenta a la hora de evaluar las posibles derivaciones y los resultados finales de la competencia entre Bush y los demócratas por el control de la Casa Blanca en el próximo período presidencial.

Y una pregunta clave: ¿qué podría impedir hoy que los Rumsfeld, Wolfowitz o Feith, el corazón estratégico del "lobby judío" que hace negocios con Bush, implementen otra operación de acción psicológica terrorista teniendo a Bin Laden y a Al Qaeda como protagonistas principales?

¿Quién podría acusarlos con pruebas ante la "opinión pública internacional" si los sectores de la CIA y de la comunidad de inteligencia que les responden hicieran estallar -por medio de sus grupos islámicos infiltrados- blancos estratégicos en las principales ciudades de Europa o -quizás- de EEUU antes de las elecciones de noviembre?

¿Que razón de tipo moral, religioso o social podría impedir que esta facción del capitalismo salvaje judeo-norteamericano utilizara la herramienta de poder que tiene en sus manos para "aterrorizar" de nuevo -esta vez con atentados reales- a la sociedad norteamericana y conseguir que Bush sea reelegido como el "presidente de la guerra" por un nuevo período?

¿Imposible? Para los expertos que investigaron profundamente los informes y las pruebas existentes sobre la participación de un sector de la CIA en los atentados del 11-S, la maniobra puede repetirse casi como una operación de manual. Es más: si ocurriera, todos los medios de prensa y el poder norteamericano darían de nuevo su apoyo a Bush para que los defienda de la "amenaza terrorista" que pone en riesgo la seguridad nacional de EEUU.

El resto del mundo (incluida la izquierda que ignora el rol estratégico de los medios en la nueva política de dominación capitalista) se sumaría a las campañas contra el "terrorismo internacional" manipuladas por los grandes diarios y las cadenas internacionales de radio y televisión.

IAR-Noticias fue el único medio que alertó por Internet sobre el carácter de "globo de ensayo" que tenían las "alertas terroristas" lanzadas por la administración norteamericana a fines del 2003 y a principios del 2004. (Ver: Bush depende de la guerra contraterrorista para ser reelegido).

Estas operaciones de los halcones de Washington cumplen la función de "testeo" de la reacción internacional ante posibles atentados terroristas que la CIA planea desarrollar tanto en Europa como en Estados Unidos.

Los resultados obtenidos demostraron que las amenazas solas-sin ningún atentado que las avale- ya no producen ningún efecto duradero, y además los mega-operativos de seguridad en los aeropuertos ya producen fastidio y quejas de los viajeros internacionales ante los gobiernos que las implementan.

En términos psicológicos, el reflejo de "miedo terrorista" condicionado mediáticamente pierde relevancia ante la ausencia del hecho consumado.

La aparición, o "reaparición", de Bin Laden por canales árabes controlados por la CIA, ya no causa estupor ni atrapa el interés masivo de los televidentes o consumidores de "información masiva".

Es este sentido los expertos coinciden: el equipo estratégico de Bush, más precisamente sus expertos en inteligencia y en acción psicológica, están lanzando de nuevo distintos "globos de de ensayo" orientados a explorar la predisposición, no solamente de la sociedad estadounidense sino también internacional, frente a una nueva aparición del fantasma terrorista en Europa y en EEUU.

Ultimamente, y no por cusualidad, comenzaron a circular los rumores de que el Pentágono tendría acorralado a Bin Laden, quizás apresado, o quizás ya habría negociado su entrega, o tal vez negoció antes y la CIA quebró el pacto y decidió capturarlo atendiendo a la necesidad superior de que le sirva a Bush como "trofeo electoral" para aniquilar a su adversario demócrata en noviembre. ¿Qué hay de cierto y de mentira en esta usina de rumores lanzada por la prensa internacional?

Como sucede cada vez que la CIA inicia una operación mediática, las agencias internacionales comenzaron a bombardear con versiones que aseguraban que EEUU y Pakistán tienen "acorralado" al presunto líder de Al Qaeda, y a su "número dos" el egipcio Ayman Al Zawahiri, en la región tribal afgano-paquistaní de Konar desde hace varias semanas.

En diferentes atentados con bombas en Irak, contra la comunidad chiíta y contra los kurdos, el fantasma de Al Qaeda y de Bin Laden como autores de los mismos comenzó a ser agitado por los funcionarios de Washington y por los portavoces de la ocupación militar.

Para los expertos, hay una preparación del terreno para una operación de acción psicológica en gran escala con la figura mítica de "Bin Laden" y el "terrorismo", cuyo punto de referencia debe buscarse en las necesidades electorales de Bush.

A estos rumores constantes se agregó, hace dos semanas, la filtración de la presunta captura del guerrillero del turbante difundida por la agencia estatal iraní IRNA, lo que, por lo menos, alimenta sospechas entre los expertos de que la CIA podría estar realizando alguna especie de "sondeo" o de "globo de ensayo" sobre la repercusión que tendría la captura de Bin Laden dentro y fuera de EEUU.

Los diarios y agencias internacionales (que habitualmente actúan de "voceros" de las operaciones especiales de la inteligencia militar estadounidense) lanzaron una versión según la cual el comando de la fuerzas estadounidenses en la zona tomó la decisión de realizar una "ofensiva en gran escala" contra las guaridas de mujaidines en la región de Konar.

De acuerdo a estas especulaciones el "fundador y máximo líder de Al Qaeda" conoce a la perfección la región de Konar, controlada por los jefes tribales "pashtunes", desde los años ochenta cuando reclutó un ejército de «muyahidines» de esta etnia que se enfrentaron a la ocupación soviética de Afganistán, cuando revistaba abiertamente como soldado de EEUU.

Esta teoría se sustenta en un presunto "viaje secreto" del jefe de la CIA, George Tenet, a Pakistán, a principios de febrero, y posteriormente del secretario de Defensa, Donald Rumsfeld, los que habrían dado las "pistas" de la preparación de una operación final para detener a Bin Laden.

Hay que aclarar que la CIA no publica sus operaciones secretas en ningún boletín oficial, y sus movimientos solo trascienden a la prensa internacional cuando la Agencia decide "filtrarlos" con algún objetivo de "testeo", como podría serlo en esta oportunidad.

Es muy dificil que el lobby sionista que rodea a Bush, particularmente la saga constituida por Rumsfeld, Wolfowitz y Feith le entreguen los negocios de la Casa Blanca a los demócratas sin disparar un solo tiro.

En los términos convencionales de la campaña electoral, Bush pierde estrepitosamente las elecciones en las encuestas y en los medios de comunicación que mayoritariamente juegan para los demócratas.

Es imposible que el presidente norteamericano pueda revertir esta tendencia durante los ocho meses que faltan para las elecciones, sobre todo con el lastre diario de la ocupación militar y los muertos norteamericanos en Irak desfilando día a día por la prensa internacional.

Los efectos "positivos" de la detención del ex presidente iraquí le duró muy poco a Bush para su medición exitosa en las encuestas electorales, dado que la posterior oleada de ataques y muertos estadounidenses opacó en pocos días la maniobra propagandista de "Saddam capturado".

Esto abona la hipótesis de algunos especialistas que sostienen que el Pentágono se estaría valiendo nuevamente del Vevak (el servicio de inteligencia iraní) para explorar y mensurar una posible operación propagandística con el apresamiento de Bin Laden, tanto en la sociedad estadounidense como en el plano internacional.

Pero el punto crucial a determinar es cuanto le puede durar a Bush el "efecto positivo electoral" de un posible apresamiento de Bin Laden, y en todo caso, cual sería el momento más oportuno para lanzar la operación sin que se diluya antes de las elecciones en noviembre.

Hace más de un año, en una de las tantas maniobras de "sondeo", las agencias internacionales lanzaron la versión de la "presencia de Bin Laden" en la región afgano-pakistaní citando fuentes del servicio secreto egipcio, que afirmaban que el "terrorista" había sido detectado en varios lugares de esa zona.

Este rumor fue "confirmado" a la CIA -según un informe oficial de la propia Agencia- semanas más tarde por Jordania. Pakistán, a través de su servicio de inteligencia (ISI), ratificó las informaciones, aunque aseguraba que no se encontraba dentro de sus fronteras.

Según el ISI paquistaní , Bin Laden circulaba con total impunidad por poblados de la zona oriental de Waziristán (Pakistán), luciendo un pequeño bigote e incluso llevando gafas.

El nuevo "armado" de la aparición del terrorista barbado por la misma zona, hace pensar a los especialistas que la CIA y el Pentágono, valiéndose de su brazo de inteligencia regional, el ISI paquistaní, están preparando alguna operación propagandística de envergadura que tendría a Bin Laden como protagonista principal.

No hay que olvidarse de las estadísticas: gracias a la "amenaza terrorista" constante de ese pálido hombre flaco del turbante, EEUU pudo concretar exitosamente, y con gran consenso en la sociedad estadounidense, dos invasiones militares: Afganistán e Irak, con la cuales el Imperio se aseguró el control estratégico de reservas de recursos energéticos claves para el futuro del mundo, y consolidó su dominio geopolítico-militar en Asia y en la zona del Golfo Pérsico, corazón petrolero del planeta.

Lo que falta determinar es "como lo van a hacer aparecer" de nuevo al legendario Bin Laden. Hay solo dos hipótesis posibles: Bin Laden "capturado" o Bin Laden produciendo atentados de alto voltaje estratégico en Europa o Estados Unidos.

No faltan por supuesto los que sostienen que, al contrario de lo que está tratando de "hacer creer" la CIA sobre la captura de Bin Laden, éste aparezca con atentados reales a blancos estratégicos situados en EEUU y en países como Francia, Alemania y Gran Bretaña.

En el mundo de las teorías de inteligencia y de la utilización política del terrorismo por parte de los halcones todo es posible, incluso una nueva masacre similar a la de las Torres Gemelas, pero esta vez en Europa, más precisamente Francia, Gran Bretaña, o España, países claves, donde una cadena de atentados terroristas haría que la humanidad se olvide por un rato largo de Bush y de los muertos de Irak.

Precisamente lo que más le conviene al lobby judío y a los contratistas de la guerra.

Al Qaeda y el terrorismo "tercerizado" de la CIA. Freytas


La trama funcional y mediática de los ataques terroristas del 11-S, 11-M y 7-J, y las operaciones encubiertas de la CIA con los grupos islámicos

Geopolítica > Internacional - 15/10/2005 | Manuel Freytas

Fuente: IAR-Noticias


El 11-S en EEUU, el 11-M en España, y el 7-J en Gran Bretaña demostraron que ante los hechos terroristas consumados de Al Qaeda, el sistema, las autoridades del mundo se quedan sin respuesta.

Ningún especialista podría explicar masivamente este nuevo tipo de inteligencia estratégica con el terror (una metodología que ya es estadística y verificable), primero porque ningún medio lo publicaría, y segundo porque estas estrategias mediáticas-terroristas son calladas hasta por los propios adversarios de Bush.

Si los denunciaran no podrían probarlo: la CIA no deja marcas ni huellas dactilares.

La planificación y la concreción de las operaciones terroristas son secretas y su "éxito" -medido en términos de resultados- depende fundamentalmente del factor sorpresa.

Así como no existe un boletín oficial de la CIA donde se pueda buscar o corroborar información sobre sus infinitas redes de contactos, operaciones especiales y tácticas de infiltración en el mundo islámico, tampoco los grupos radicalizados que utilizan el terrorismo como arma política y militar "publican" las fechas de sus atentados en los medios de comunicación.

Sólo se publica o trasciende en los medios aquellos rumores o información interesada que son manipulados por las propias organizaciones terroristas o servicios de inteligencia con la finalidad de testear o sondear previamente reacciones sociales e internacionales ante una determinada operación en fase preparatoria para su realización.

Sólo queda el análisis del beneficiario de los ataques. Bush, Bush, y más Bush, que de esta manera se sale de las trampas políticas y del bajón en las encuestas, silencia las acusaciones en su contra, y hace hablar al mundo en un mismo idioma: el terror.

El eje CIA-Al Qaeda-Talibán-Pakistán

Hay un conjunto de expertos que sostienen que los atentados terroristas de Nueva York, Madrid y Londres fueron realizados por mercenarios islámicos infiltrados, entrenados y financiados por la CIA, que en la mayoría de los casos desconocían para quien trabajaban.

Son muchos los especialistas, entre ellos Michel Chossudovsky, que sostienen que históricamente la CIA infiltró los cuadros combatientes islámicos utilizando de intermediario al servicio de inteligencia paquistaní (ISI), que en la actualidad sigue actuando de nexo entre los grupos terroristas que operan en Asia, los Balcanes y Medio Oriente, principalmente la red Al Qaeda.

Reclutado y entrenado por la CIA y el Istajbarat, que dirigía desde Riad el príncipe Turki Al Faysal, desde 1980 el joven Osama Bin Laden tomó parte en la lucha contra los soviéticos organizando campos de adiestramiento y de reclutamiento.

A su vez servía de nexo para la canalización de fondos y de armas para la Jihad Islámica, procedentes de la red de droga y de dinero negro centralizada en Arabia Saudita.

A partir de 1982 se estableció en Peshawar donde puso en marcha la entidad Al Maktab ul-Khidamat Mujahideen, una oficina de servicios a los mujaidines contratados para combatir contra los soviéticos.

Con su cuartel general instalado en Peshawar, en donde se dictaban clases de adoctrinamiento político y de estudio religioso, Bin Laden estableció estrechos contactos con ramas islamitas nacionales, como la Jihad Islámica egipcia Al Jihad Al Islami, y con organizaciones de dimensión transnacional, como los Hermanos Musulmanes, el histórico movimiento islamista fundado en Egipto en 1928.

De todo este conglomerado de mujaidines a su mando, entre 12.000 y 20.000 hombres, y del contacto con grupos integristas del exterior surgió en 1988 Al Qaeda (La Base), convertida más tarde en la columna vertebral de los movimientos terroristas islámicos que operan por cuenta de la CIA en Asia y Medio Oriente.

Sin tomar parte casi en ningún combate, según la mayoría de sus biógrafos, la función de Bin Laden consistió en acrecentar la financiación encubierta estadounidense y saudita con fondos procedentes del tráfico de opio y morfina, y el reclutamiento de miles de voluntarios árabes de otras nacionalidades, como uzbecos soviéticos, moros filipinos o uigures de la región china de Xinjiang.

Unos 35 mil extremistas musulmanes, provenientes de 40 países islámicos, se sumaron a la lucha de Afganistán entre 1982 y 1992, entrenados y financiados por la red encubierta del eje CIA-ISI-Arabia Saudita, y teniendo a Bin Laden como uno de sus operadores centrales.

Según el periodista especializado, Walter Goobar, de uno de los centros de reclutamiento de Bin Laden en Brooklyn, los voluntartios pasaban a "La Granja", nombre con que se conocía en la jerga del espionaje a Camp Peary, un centro de reclutamiento de la CIA en Virginia.

En "La Granja", los reclutas musulmanes provenientes de todo el mundo aprendieron las técnicas de sabotaje y de terrorismo dictadas por oficiales y especialistas norteamericanos.

Entre sus "egresados" más famosos se cuenta Ramzi Ahmed Yusuf, quien en la actualidad cumple condena a cadena perpetua como principal implicado en el atentado contra las torres gemelas el 11-S.

Otros revistarían en el presente como miembros del "estado mayor" de la organización Al Qaeda fundada por Bin Laden, el guerrero de la CIA que hoy supuestamente se oculta en la zona de Pakistán que fue devastada por el último terremoto que azotó Asia.

Las pantallas y los desplazamientos secretos de estas operaciones impedían que la mayoría de los combatientes -salvo sus comandantes mayores- conocieran los objetivos encubiertos que se montaban detrás de su causa religiosa.

En esta fase la CIA y su brazo de la inteligencia paquistaní estaban concentrados en planes destinados a desestabilizar a los ex regímenes socialistas en los Balcanes.

Tras la desaparición de la Unión Soviética las redes del terrorismo islámico, incluída Al Qaeda, se habían extendido por las ex repúblicas musulmanas que integraban la URSS antes de su desintegración.

El eje Talibán-Al Qaeda-Pakistán-Chechenia se solidificó y fue clave para la construcción del régimen islámico radicalizado que imperaba en Afganistán desde 1996.

EE.UU. comenzó a perder influencia sobre las redes islámicas que habían tomado Afganistán en 1989 como base de despliegue para extender la guerra santa a toda el Asia y Medio Oriente.

La CIA, con financiación encubierta de la mafia rusa ligada a la droga y al contrabando de armas, comenzó a entrenar a los grupos antitalibanes nucleados en la Alianza del Norte, que desestabilizaron al gobierno Talibán y prepararon el terreno para la invasión militar.

Sin embargo, la Alianza del Norte también fue obra de los servicios de inteligencia de Rusia y de los países que sostenían posiciones contra el radicalismo talibán-checheno instalado en Kabul.

Los líderes guerrilleros islámicos se convirtieron en jefes de bandas armadas que luchaban entre sí por el control de los negocios turbios que giraban alrededor de la droga y el tráfico de armas, controlados secretamente por la CIA y la ex burocracia corrupta del imperio soviético en los Balcanes.

Mientras que Arabia Saudita, Pakistán y Chechenia apoyaban y daban cobertura logística a los talibanes; Irán, Rusia, India y cuatro repúblicas de Asia Central -Kazajstán, Uzbekistán, Kirguizístán, Tajikistán- sostenían abiertamente a la Alianza del Norte que intentaba derrocar al gobierno de Kabul.

La administración Clinton y el Pentágono, a mitad de los 90, se habían propuesto expulsar a la conexión Talibán-Al Qaeda-Chechenia del control de Afganistán.

Su independencia de poder y los planes propios que tenían para el mundo islámico, los hacía inviables para la geopolítica de EEUU en la región.

Con la desaparición de la Unión Soviética, a principios de los 90, las formaciones de mujaidines que habían servido para combatir y desestabilizar a la URSS durante las administraciones de Reagan y Bush padre, habían perdido su razón de ser funcional.

De esta manera se dividió y se rompió la coalición islámica que expulsó a los soviéticos de Afganistán.

Tras la derrota de la Unión Soviética en Afganistán la sociedad de la CIA con los grupos fundamentalistas islámicos entró en contradicción.

Una parte de la Jihad (caso del eje Talibán-Al Qaeda-Chechenia) intentó construir poder propio al margen de los intereses económicos y geopolíticos de Estados Unidos a partir de tomar el gobierno de Afganistán.

La CIA, que permanecía infiltrada, tanto en la Alianza del Norte como en el régimen talibán, por medio de la inteligencia pakistaní, comenzó a diseñar la operación que culminaría con la invasión militar norteamericana a Afganistán tras la voladura de las Torres Gemelas.

El gobierno fundamentalista de los talibanes -con Bin Laden como virtual ministro de Defensa- terminaría en el 2001 a causa de las múltiples operaciones de la CIA sobre los enemigos internos y externos de los talibanes, que culminó con la invasión militar norteamericana a Afganistán.

Y cuyo factor de desenlace principal fue el apoyo de Pakistán y de su estructura de inteligencia a la invasión militar contra el régimen talibán, tras los atentados del 11-S en Nueva York

El 11-S y el terrorismo "tercerizado de la CIA"

Para el profesor Michel Chossudovsky los ataques del 11 de septiembre no fueron un acto de "terrorismo individual" organizado por una célula aislada de Al Qaeda, sino que más bien fueron parte de una operación coordinada de inteligencia militar, que surge del servicio secreto paquistaní (ISI).

Dice el profesor Michel Chossudovsky, de la Universidad de Ottawa:

"Según el informe de inteligencia del gobierno de India los perpetradores de los ataques del 11 de septiembre tenían vínculos con el ISI paquistaní, el cual a su vez tiene vínculos con agencias del gobierno estadounidense. Lo que esto sugiere es que personas clave dentro de la institución de la inteligencia militar estadounidense podrían haber sabido de los contactos del ISI con el líder del grupo terrorista del 11 de septiembre, Mohamed Atta, y no actuaron".

Según Chossudovsky, el jefe de los espías paquistaníes, el teniente general Mahoud Ahmad, "estaba en Estados Unidos cuando los ataques ocurrieron", y según informó entonces The New York Times, "dio la casualidad de que estaba por acá en una habitual visita de consulta".

Al examinar los supuestos vínculos entre los terroristas y el ISI, debe comprenderse que el teniente general Mahmoud Ahmad, como cabeza del ISI, tenía un "nombramiento aprobado por Estados Unidos", apunta el profesor.

Como líder de la inteligencia paquistaní desde 1999, estaba en relación con sus contrapartes en la CIA, la Agencia de Inteligencia de Defensa (DIA, por sus siglas en inglés) y el Pentágono.

También hay que tener en cuenta que el ISI paquistaní se mantuvo, desde el fin de la guerra fría hasta ahora, como la base de despegue para las operaciones encubiertas de la CIA en el Cáucaso, Asia Central y los Balcanes", señala Chosudowsky ".

Ralph Shoenman, activista y autor estadounidense, en una entrevista en La Jornada, en enero de 2002, afirma que "los eventos del 11 de septiembre reflejan una operación que fue anticipada y prevenida por agencias de inteligencia de distintas partes del mundo".

"De hecho, las circunstancias del 11 de septiembre reflejan claramente lo que se denomina un stand down (es decir que deliberadamente se bajó la guardia) de la fuerza aérea, porque los edificios fueron atacados en Nueva York una hora y quince minutos antes del ataque al Pentágono", apunta.

Para Shoenman "la gente que se encargó de obtener un departamento, proveer los fondos y rentar la camioneta resultó ser la Mossad. Ese atentado fue una operación del FBI y la Mossad y este es el fondo de la operación del 11 de septiembre".

Por su parte, el ex ministro de Defensa de Alemania, Andreas von Bulow, durante una entrevista en el programa radial de Alex Jones señaló: "Osama Bin Laden, como Al Qaeda, como el Taliban, incluso Saddam Hussein, todos son figuras que en tiempos anteriores fueron captados por la CIA".

"Así probablemente ellos han sido reciclados en el sistema como los tipos malos. Antes, ellos fueron los tipos buenos que sacaban a Rusia de Afganistán y se ocupaban de esto, consiguiendo así el dinero. Y ahora son pagados para ser usados como los tipos malos", afirma ex titular de la Defensa alemana.

Un informe de la Oficina del Inspector General del FBI, difundido el 9 de junio de 2005, revela por primera vez como la CIA encubrió datos y protegió la presencia de dos de los autores del 11-S, antes de los ataques, dando nuevos indicios de que detrás de los atentados estuvo la "mano negra" del poder norteamericano.

El estudio interno del FBI provee varias revelaciones importantes acerca de como la CIA y el resto de las agencias de inteligencia estadounidenses ignoraron y aún suprimieron las advertencias en el período que se prepararon los ataques contra las torres y el Pentágono.

El capítulo más probatorio en el informe del Inspector General del FBI está relacionado con Khalid al-Mihdhar y Nawaf al-Hazmi, dos de los presuntos secuestradores del 11-S quienes vivieron la mayor parte del 2000 y 2001 en el área de San Diego.

De acuerdo al informe del FBI:

"...ellos no intentaron esconder sus identidades. Usando los mismos nombres de sus documentos de viaje y con algún contacto, al menos, en la comunidad de inteligencia, alquilaron un departamento, obtuvieron su licencia de conducir del Departamento de Vehículos del estado de California, abrieron una cuenta bancaria y recibieron tarjetas de crédito. Compraron y usaron automóviles y seguros, tomaron lecciones de vuelo en una escuela local, y obtuvieron un teléfono figurando el nombre de Hazmi en la guía".

Según el documento del FBI, los secuestradores de los aviones que impactaron en las Torres Gemelas no se manejaban como ocultos conspiradores, tratando de evadir al más poderoso aparato de espionaje del mundo, sino como personas indiferentes a las amenazas a su seguridad, lo que da la pauta de que la CIA los tenía bajo control.

Según un informe aparecido en The New York Times, que citaba como fuente un antiguo miembro de los servicios de inteligencia de defensa y un representante republicano en el Congreso, más de un año antes del 11-S, una unidad militar de inteligencia identificó al supuesto jefe de los secuestradores de aviones del 11-S, Mohamed Atta, y a otros tres "terroristas" como posibles miembros de una célula de Al Qaeda operativa en Estados Unidos.

En el verano de 2000, el equipo militar preparó un informe que incluía fotografías de los cuatro hombres y recomendó al Comando de Operaciones Especiales Militares compartir la información con la Oficina Federal de Investigación (FBI), según afirmaron el congresista Curt Weldon y el ex miembro de la inteligencia, quien habló bajo condición de anonimato. La recomendación fue rechazada.

El arsenal de pruebas sobre la vinculación de los grupos operativos islámicos que secuestraron los aviones con la CIA suma decenas de informes y miles de páginas, que de citarlos habría que construir un sitio especial.

Los "eslabones celulares" y el 7-J en Londres

A la luz de la experiencia, los expertos señalan que en las operaciones del terrorismo "tercerizado" de la CIA es común que actúen varios grupos operativos infiltrados, sin conexión entre sí, pero que responden a la consecución de un mismo objetivo terrorista impidiendo que aparezca el verdadero organizador y beneficiario.

Según lo que se desprende de las distintas investigaciones sobre los grupos operativos del 11-S en Nueva York, 11-M en Madridy el 7J en Londres, toda la metodología de reclutamiento, entrenamiento y preparación de los ataques terroristas está "tercerizada" y sus verdaderos objetivos son desconocidos por sus ejecutores, quienes actúan motivados principalmente por el dinero que reciben y no por convicción religiosa.

Aunque en algunos casos -así lo reconocen los especialistas- la alienación religiosa pudo (y puede) jugar algún papel gravitante en los grupos infiltrados.

De cualquier manera, la conformación "celular" de los grupos operativos terroristas, donde cada integrante solo se conecta con el resto por medio de su "control" (un agente encubierto de la CIA) hace imposible que los ejecutores de los ataques conozcan la planificación general y el verdadero objetivo de los mismos.

Curiosamente, y como generalidad, los mercenarios que ejecutan los atentados sólo descubren la dimensión de su "obra" destructiva por la televisión.

Y esto sucede por el carácter cerrado y "celular" de las operaciones terroristas de la CIA, donde cada parte no se comunica con la otra, aunque el efecto funcional de las piezas arrojan un "resultado general".

Según el sitio web Prison Planet, una agencia de consultoría (supuestamente vinculada con el gobierno británico) estaba ejecutando un ejercicio que simulaba un ataque con explosivos en el tren subterráneo de Londres exactamente en el mismo momento y en el mismo área donde sucedían los ataques terroristas del 7-J en Londres.

En una entrevista en la radio BBC 5 que fue emitida en la tarde de ese día 7, el conductor entrevistó a Peter Power, Director Gerente de Visor Consultants.com, que factura como una compañía asesora en "manejo de crisis".

Peter Power es un ex un oficial de Scotland Yard, que se desempeñó alguna vez en la sección Anti-Terrorista Rama.

Power le dijo al conductor del programa que en el momento exacto que sucedían las explosiones de Londres, su compañía estaba ejecutando un gran ejercicio con 1,000 personas que ponía como escenario ataques al tren subterráneo de Londres, en la misma zona y en el momento exacto que que sucedían los ataques en la vida real.

Según Prison Planet, el ejercicio comprendía varias metas diferentes. Entre ellas, llevar a cabo la operación sin que el gran despliegue del servicio de seguridad se diera cuenta de lo que estaba sucediendo, y luego, si eran capturados durante el ataque o después de este con cualquier evidencia incriminatoria, ellos podrían demostrar que formaban parte del el ejercicio.

Prison Planet parangona el hecho sucedido el 7-J en Londres con lo que sucedió en la mañana del 9/11/2001, durante los ataques terroristas en Nueva York cuando una agencia del gobierno controlada por la CIA estaba llevando a cabo ejercicios de volar aviones secuestrados contra el WTC y el Pentágono, a las 8:30 de esa mañana.

Los gran cantidad de "puntos" en las pantallas del NORAD (la Comandancia de Defensa Aerospacial Norteamericana por sus siglas en inglés) que desplegaron tanto los aviones realmente secuestrados como los aviones de los simulacros, explican por qué los confusos informes de prensa surgidos horas después del ataque señalaban que eran por lo menos 8 los aviones secuestrados.

Para Prison Planet, las bombas de Londres tienen la misma firma que las bombas de Madrid del 11 de marzo de 2004. Ambos atentados explosivos son similares al atentado explosivo en Bolonia en 1980 que asesinó a más de 80 personas.

El nivel de alerta de terrorismo de Londres se bajó antes que los ataques explosivos del 7-J tuvieran lugar. Esto proporcionó una protección extra a los perpetradores para planear y ejecutar el ataque sin tener que evadir una seguridad más severa, apunta el informe.

Los simulacros de ataque en el tren subterráneo de Londres, realizados paralelamente a los atentados reales, fueron usados como el soporte alternativo de encubrimiento para llevar a cabo el ataque (se utilizaron los argumentos del simulacro para desactivar las alertas de seguridad durante los taques reales).

Esto demuestra, como sostienen los expertos, que en cada ataque de Al Qaeda, el terrorismo "tercerizado" diversifica las operaciones en compartimentos celulares que no se tocan entre sí.

La trama mediática

Todo el proceso de terrorismo mediático con Al Qaeda y Bin Laden , desde el 11-S en adelante, se desarrolló en los medios de comunicación, principalmente en las cadenas televisivas, que trasmiten en vivo las imágenes de destrucción que a través de un ida y vuelta -feed baack- generan masivamente la psicosis terrorista a escala planetaria.

Sin la "globalización de la imagen", a Washington y la CIA les hubiera sido imposible crear la figura de Bin Laden como el mítico "enemigo número uno de la humanidad" tras la voladura de las Torres Gemelas, iniciando así la era de la utilización del terrorismo mediatizado como estrategia y sistema avanzado de manipulación y control social.

De esta manera, las operaciones terroristas de la CIA con Al Qaeda, con sólo cuatro bombas detonadas sincronizadamente a distancia (como ocurrió en Londres) pueden multiplicar infinitamente (casi como una bomba nuclear) los efectos políticos y sociales de la destrucción por medio de la difusión mediática manipulada y nivelada masivamente para todo el planeta.

El proceso de "miedo al terrorismo" es alimentado a su vez por las grandes agencias y cadenas internacionales que se encargan de difundir por todo el planeta, y como si fuera una novela de espionaje, versiones, trascendidos, comunicados, cartas, videos con nuevas amenazas, "información secreta" sobre grupos terroristas, pistas "árabes", etc., etc., cuya usina matriz, en la mayoría de los casos, se encuentra en los sótanos de planificación de la CIA o del resto de la estructura de inteligencia norteamericana, o israelí.

Esta situación particular del "terrorismo mediático" como arma de manipulación política y social determina que sus causas y objetivos sólo puedan ser leídos en el plano mediático, y no en el marco del análisis político o estratégico convencional.

El 7-J en Londres sirvió para reinstalar nuevamente la "guerra contraterrorista" en el centro de la escena mundial, manipular gobiernos con "planes antiterroristas", y mantener latente el "terrorismo de Al Qaeda" como una carta en la manga a sacar cuando la coyuntura internacional (o local) lo requiera.

El libreto con el 7-J fue casi lineal al desarrollado tras los ataques del 11-M en Madrid: cacerías encarnizadas de musulmanes, "psicosis terrorista" recorriendo Europa, gobiernos embarcados en "planes contraterroristas", "pistas árabes", supuestos participantes apresados o en la mira, paranoia sin fin amplificada noche y día por las cadenas internacionales, amenazas de "nuevos ataques", y los habituales megaoperativos de control y alertas de "máxima seguridad" que confieren más dramaticidad al clima de "miedo al terrorismo".

En síntesis, en este circuíto perverso de mercado, oferta y ganancia capitalista, hay que encontrar la razón de la existencia del "terrorismo de Al Qaeda", y su inmediata contrapartida: la "guerra contraterrorista" con la que Washington justifica sus invasiones imperialistas, de las que luego se benefician económicamente sus corporaciones y consorcios financieros transnacionales.

De esta manera, queda en claro que las acciones de Al Qaeda, un monstruo de mil cabezas inventado por la CIA, y sobre cuyas redes y entramado logístico no existe información verificable y confiable, sólo se las puede evaluar con un adecuado análisis y procesamiento que empiece por lo particular y termine por lo general, o sea por el "beneficiario principal" de las acciones terroristas de Al Qaeda.

Y queda en claro también, que el promocionado "fundamentalismo militar" de Bush, su mediatizada "obsesión" con la "guerra contra el terrorismo", no es nada más que una cáscara encubridora de un monumental negocio y saqueo capitalista de recursos estratégicos montado sobre una aceitada maquinaria mediática de manipulación psicológica y aprovechamiento militar-económico de las amenazas y los ataques terroristas.

La lógica del "nuevo enemigo" de EEUU, identificada con el terrorismo tras el 11-S, se articula operativamente a partir de la "guerra antiterrorista", una estrategia de dominio imperial-militar que compensa la desaparición del "enemigo estratégico" en el campo internacional de la Guerra Fría: la Unión Soviética.

De manera tal, que la "guerra contra el terrorismo" no es un "capricho" pasajero de Bush", sino una política de Estado del Imperio norteamericano, y una estrategia central en el marco de la expansión y de las ganancias del capitalismo transnacional, más allá de quien ocupe eventualmente el sillón de la Casa Blanca.

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